¿El orientador...? ¡Somos todos...!

Abstract

El presente ensayo es una exposición teórico-reflexiva de la tarea del docente de educación básica, en su misión como orientador, en un contexto educativo actualmente saturado de deberes y con poca efectuvudad en su identificación ética e interacción académica. El objetivo es a su vez incentivar la reflexión, estimular la introspección sobre el quehacer docente así como movilizar hacia una acción en contextos actuales ya que las actividades de la orientación se han restringido a un controlar la conducta de los estudiantes y vigilancia del cumplimiento de las normas escolares. El papel del nuevo orientador exige una formación interdisciplinaria, ética y autorregulada que le permitirá mayor asertividad en la tarea como orientador-docente. Es trascendente la recuperación de la centralidad de la persona tanto del educador como del educando en la interrelación constructiva de un conjunto de acciones que les permitan contribuir al desarrollo de sus tareas de una forma efectiva. La acción del docente como promotor de la orientación en cada proceso de enseñanza aprendizaje conlleva una serie de acercamientos, aperturas, comprensión, conocimiento de un perfil y objetivo común que es la realización integral del discente.